domingo, 22 de diciembre de 2019

RITUAL PARA EL SOLSTICIO DE INVIERNO



Un ritual es una forma simbólica de cargar de energía una intención. Los rituales son prácticas que han acompañado al ser humano desde la antigüedad.
El Ritual  "PARA EL SOLSTICIO DE INVIERNO" es un ritual de crecimiento personal que aprovecha la sinergia con la energía del solsticio de invierno:  Al comienzo del invierno la LUZ empieza a vencer a la oscuridad. Es el momento ideal para ir más allá de las formas, descubrir nuestra verdadera esencia y seguir nuestros sueños. Nos preparamos para un nuevo comienzo.

EL PESO DEL MUNDO ES EL AMOR


domingo, 17 de noviembre de 2019

"RENACIMIENTO Y TRANSFORMACIÓN" Ritual de Siembra



Un ritual es una forma simbólica de cargar de energía una intención. Los rituales son prácticas que han acompañado al ser humano desde la antigüedad. Son de diferentes tipos: de espera, meditación, consagración, litúrgicos, de paso (muerte, nacimiento, boda, etc), de crecimiento personal, etc.
El Ritual de Siembra "RENACIMIENTO Y TRANSFORMACIÓN" es un ritual de crecimiento personal que aprovecha la sinergia con la energía de transformación y renovación que está presente en la naturaleza en otoño. Es el momento ideal para cargar de energía los nuevos proyectos que darán su fruto más adelante, en el tiempo de la cosecha. Cargaremos de energía proyectos personales, para la comunidad y para la Tierra.

sábado, 2 de noviembre de 2019

CHIKUNG Y MEDITACIÓN EN SEGOVIA - CURSO 2019 - 2020

Meditación “DESPERTANDO A LA DIOSA”

      Despertar a la Diosa es despertar a la transformación, creando un espacio íntimo para la energía femenina. Es liberar a nuestro SER verdadero y permitir que se exprese, es regresar a casa.

      Este trabajo meditativo nos conecta con la Naturaleza y con nuestra esencia. Las estaciones afectan a la tierra y a nuestra vida interior: Aprovecharemos esta sinergia que se produce de forma natural para retornar a nuestro SER desde lo femenino.


CRONE, LA MADRE OSCURA
Se manifiesta el 1 de Noviembre. 
Es la reina del submundo, la que abre las puertas de la muerte y la guardiana del caldero.
 Nos grita nuestros miedos para que podamos enfrentarlos y dejemos de temerlos. Nos enseña a través de nuestras frustraciones y miserias a descubrir la luz que habita en nuestro interior.

Nos nuestra sus cualidades a través de la muerte, la transformación y el renacimiento.



GAIA, LA MADRE TIERRA 
     Se manifiesta en el equinoccio de otoño, con el inicio de la estación.
     Es el tiempo de recoger la segunda cosecha, de vendimiar. Nos trae el enraizamiento, la seguridad, la manifestación de nuestros proyectos en el mundo de la forma, la materialización de nuestros sueños. Trae balance y equilibrio a nuestras vidas.
Nos hace saber que estamos seguros, que nos sustenta  y que podemos hacer realidad nuestros sueños.








viernes, 23 de agosto de 2019

"NO ME MALTRATES" CICLO DE TALLERES EN LA CASA DE LA LECTURA DE SEGOVIA - CURSO 2019 - 2020



CASA DE LA LECTURA - Segovia - 
NO ME MALTRATES
Ciclo de Talleres CONÓCETE A TI MISMO

Impartidos por María Luisa Villanueva, psicóloga profunda y analista transaccional violadeamore@gmail.com
http://marialuisavillanueva.blogspot.es.com – telf.  681 150 897

PROGRAMA
Como detener y poner límites al maltrato verbal
“En todos los ámbitos en los que nos desarrollamos, el maltrato está creciendo, la forma de tratarnos y de relacionarnos unos con otros es cada vez más agresiva e impulsiva. Por eso, todos necesitamos aprender a expresar de una manera positiva la frustración, el enojo, la ira, la impulsividad que por diversos motivos aún no han sido sanados en nuestro interior”
Bernardo Stamateas
Si bien el maltrato que una persona produce o recibe no se resuelve solo con asistir a unos talleres sino buscando ayuda profesional, hay herramientas que pueden ser útiles para encarar el tema. Las técnicas que se describen en estos talleres son técnicas asertivas conocidas, puestas en práctica y que funcionan.
En el interior de cada uno de nosotros hay un verdadero deseo de relacionarnos mejor con nuestros seres queridos, nuestro entorno y nosotros mismos. Una persona que sabe relacionarse  con el mundo está mucho más cerca  de hacer realidad los sueños que se ha propuesto alcanzar. 

FECHAS: CURSO 2019 – 2020 – 9 Talleres mensuales, los viernes,  desde el 18 de octubre de 2019, DE 19:00 a 20:00 h

18 DE OCTUBRE
22 DE NOVIEMBRE
27 DE DICIEMBRE
17 DE ENERO
28 DE FEBRERO
27 DE MARZO
17 DE ABRIL
22 DE MAYO
5 DE JUNIO

1.-  EL MALTRATO VERBAL
Las agresiones verbales son un ataque, una estrategia para controlarnos y ejercer el poder sobre nuestra vida. Un ataque verbal es un golpe que deja secuelas emocionales y físicas y afecta nuestra autoestima. La “cultura familiar” es el caldo de cultivo para la agresividad verbal.

2.-   LAS  DESCALIFICACIONES 
Descalificar es una manera de decir “Yo soy mejor que tú”. Quien descalifica tiene miedo y necesita empequeñecer al otro. Las relaciones sanas son relaciones entre iguales, en las que nadie necesita sentirse superior, ni busca la descalificación del otro. 

3.-  LAS AGRESIONES PASIVAS
Hay un tipo especial de gente agresiva que parece generosa porque no sabe decir no. Debido a que cuando dice si preferirían decir no se sienten muy  resentidos hacia las personas que les piden cualquier cosa. Este tipo de agresión esta enmascarado por el mandato “Se amable”. Se manifiesta en formas muy sutiles: citas olvidadas, descuidos, retrasos en el trabajo, promesas incumplidas, etc.

4.-  LAS DISCUSIONES
Las discusiones continuas son  una manera de decir “Yo soy mejor que tú”. Quien discute  tiene miedo y necesita empequeñecer al otro. Las relaciones sanas son relaciones entre iguales, en las que nadie necesita sentirse superior, ni busca la descalificación del otro.

5.-  LAS BURLAS
La burla continua  solo produce resentimiento, es una manera de decir “Yo soy mejor que tú”, refleja una emoción enquistada que termina enfermando emocional y físicamente a quien la recibe de forma habitual. Muchas personas hacen de la burla un hábito, una forma de vida con la que agreden a los demás.

6.- LAS CRÍTICAS
Las críticas a menudo son un ataque, una estrategia para controlarnos y ejercer el poder sobre nuestra vida. Un ataque verbal es un golpe que deja secuelas emocionales y físicas y afecta nuestra autoestima. La “cultura familiar” es el caldo de cultivo para la crítica como forma de agresividad verbal. Sin embargo,  saber hacer y recibir críticas nos ayuda en nuestro desarrollo.

 7.-  LAS OFENSAS
Las ofensas provocan un sentimiento de fracaso y decepción, son  una estrategia para controlarnos y ejercer el poder sobre nuestra vida. Para superar las ofensas hay que tener el atrevimiento de ser una persona digna, que no necesita la aprobación de los demás y se orienta a  conseguir sus propias metas.

 8.-  LOS RECHAZOS
Los rechazos  son un ataque, una estrategia para controlarnos y ejercer el poder sobre nuestra vida. Un rechazo puede ser   un golpe que deja secuelas emocionales y físicas y afecta nuestra autoestima. La “cultura familiar” es el caldo de cultivo para los rechazos.

9.-   LAS MENTIRAS
“Lo peor es educar por métodos basados en el temor, la fuerza, la autoridad, porque se destruye la sinceridad y la confianza y solo se consigue una falsa sumisión” Albert  Einstein
Asumir el poder y el control de nuestra vida nos libra de la inseguridad, la  impotencia  y la compulsión a mentir aprendidas  en el pasado.


domingo, 18 de agosto de 2019

"LAS MIL Y UNA NOCHES" LABORATORIO DE CUENTOS EN LA BIBLIOTECA PÚBLICA DE SEGOVIA - CURSO 2019 - 2020



BIBLIOTECA PÚBLICA DE SEGOVIA

LABORATORIO DE CUENTOS: 
“LAS MIL Y UNA NOCHES” 

Los cuentos de “Las mil y una noches”,  nos ofrecen de forma mágica, sorprendente y llena de humor una preciosa galería de arquetipos con los que aprenderemos a conocernos mejor a nosotros mismos.

FECHAS: CURSO 2019 – 2020 - Miércoles alternos desde el 2 de octubre de 2019, DE 19:30 a 20:30 h

2, 16 Y 30 DE OCTUBRE
13 Y 27 DE NOVIEMBRE
11 DE DICIEMBRE
8 Y 22 DE ENERO
5 Y 19 DE FEBRERO
4 Y 18 DE MARZO
1, 15 Y 29 DE ABRIL
13 Y 27 DE MAYO
10 DE JUNIO

1.- “SHEREZADE – Aprender después de una traición” 
A  través de los relatos del manuscrito más antiguo conocido de LAS MIL Y UNA NOCHES (del S. XIV), de su frescura, humor y erotismo descubriremos las valiosas enseñanzas que contiene, interpretadas con las claves que utilizamos para entender el significado de los sueños. El hilo conductor es Schrezade, la encarnación de “La Amante Divina”, la portavoz del Sí-mismo.

2.- “EL PESCADOR Y EL GENIO I – Explorar el inconsciente I” 
En el inconsciente se encuentran los pilares de nuestra personalidad, que integran tanto los aspectos desconocidos de esta como nuestra dotación, nuestras cualidades y nuestros potenciales por descubrir. La exploración del inconsciente nos ayuda a entender y evitar comportamientos y actitudes provenientes de la infancia que nos perjudican y a descubrir nuestra dotación desconocida

3.-  “EL PESCADOR Y EL GENIO II – Explorar el inconsciente II” 
En el inconsciente se encuentran los pilares de nuestra personalidad, que integran tanto los aspectos desconocidos de esta como nuestra dotación, nuestras cualidades y nuestros potenciales por descubrir. La exploración del inconsciente nos ayuda a entender y evitar comportamientos y actitudes provenientes de la infancia que nos perjudican y a descubrir nuestra dotación desconocida.

4.-  “EL JOVEN DE PIEDRA – El trabajo en la Ánima” 
Los HOMBRES y las MUJERES  tenemos aspectos femeninos y masculinos  en la PERSONALIDAD: Los aspectos femeninos del hombre son la ÁNIMA y los aspectos masculinos de la mujer el ÁNIMUS. Los conflictos de pareja son un reflejo de los conflictos interiores entre nuestros aspectos masculinos y femeninos.

5.- “EL PORTEADOR Y LAS 3 MUCHACHAS – El impasse” 
El impasse es un punto muerto, una situación de bloqueo en la que se necesita un detonante (la salida del impasse puede  producirse  con la toma de conciencia o con un golpe del destino). El impasse  ocurre cuando en el diálogo interno los aspectos de la personalidad implicados no son capaces de ponerse de acuerdo, p. ej. cuando SENTIMOS de una manera pero  ACTUAMOS en  contra de  lo que sentimos.

6.- HISTORIA DEL 1º VAGABUNDO – Los golpes del destino”
Un golpe del destino  es como asomarse a un abismo. Podemos caer en él y hundirnos en una depresión o salir renovados, con un gran crecimiento espiritual. Entenderlo es decisivo para reconocer nuestro potencial, enfocarnos correctamente y salir adelante en situaciones críticas.

7.- HISTORIA DEL 2º VAGABUNDO – La sombra y la ánima”
El trabajo en la sombra es determinante para el proceso de individuación. Los complejos pueden impedir e incluso aniquilar el desarrollo de la Ánima o  el Ánimus, lo que se refleja en los conflictos con el sexo opuesto.

8.- HISTORIA DEL 3º VAGABUNDO – La fuerza de los complejos”
Los complejos negativos llegan a actuar como una camisa de fuerza, pueden ser tan influyentes en el desarrollo que llegan a “matar” nuestras mejores cualidades y a producir la muerte psíquica.

9.- HISTORIA DE LA DUEÑA DE LA CASA – El yo frente al Sí-mismo”
Una personalidad dominada por el yo y por los complejos  puede llegar a perder por completo el contacto con el Si-mismo. Así  no conocemos  nuestra personalidad y nuestra dotación; nuestras cualidades y nuestros potenciales permanecen ocultos, sin descubrir.

10.- LA MUCHACHA AZOTADA – La espada del amor”
La elección de pareja está determinada por el contenido de la sombra y por el grado de desarrollo de la Ánima o el Ánimus ¿Qué es lo que me enamora de mi pareja? ¿Por qué? ¿Qué puedo hacer para mantener el amor? Este relato nos da la respuesta a estas preguntas.

11.- LAS TRES MANZANAS – La duda”
La duda es el estado ante la decisión. En la DUDA el diálogo interno los aspectos de la personalidad implicados no son capaces de ponerse de acuerdo, p. ej. cuando SENTIMOS  UNA NECESIDAD pero  ACTUAMOS en  contra de  su satisfacción, impulsados por complejos, por opiniones equivocas o por conceptos morales contrarios a nuestras necesidades.

12.- NURADDIN Y SHAMSADDIN I – La sublimación de la ira”
¿Cómo manejamos nuestras EMOCIONES?
 Desde el CONTROL férreo de las emociones hasta la HIPEREMOTIVIDAD existe una amplia gama de posibilidades que abarca desde el control que impide SENTIR a la LIBERACIÓN emocional total. 
En el CONTROL ADULTO de las emociones encontramos el EQUILIBRIO adecuado, podemos vivirlas y comunicarlas sin que nos dominen.

13.- NURADDIN Y SHAMSADDIN II – La fuerza del destino”
El destino del ser humano es completar el proceso de individuación para alcanzar  la realización del Si-mismo, alcanzar el pleno desarrollo y ser felices.

14.- EL ENANO JOROBADO – Asumir la responsabilidad “
Cuando asumimos la responsabilidad de nuestro desarrollo dejamos de culpar al otro y de esperar que los demás cambien para que las cosas vayan bien. Tomamos las riendas de nuestra vida y de nuestro destino en vez de poner nuestro poder en manos del otro, esperando algo que nunca llega.

15.- EL JOVEN MANCO – El sentido del amor”
El amor mal entendido puede ser la excusa para abandonar el desarrollo, para caer en la dependencia emocional y pasar el tiempo en juegos psicológicos degradantes de los que cada vez es más difícil salir.

16.- EL JOVEN BAGDADÍ Y EL PROTEGIDO DE LA SRA. SUBAIDA - Sombra y luz
Elaborar la sombra es decisivo para el desarrollo de la personalidad, nos ayuda a conocernos mejor y a sacar a la luz nuestros talentos ocultos

17.- EL JOVEN DE MOSUL - Los celos
Los celos son un reflejo de los conflictos interiores. Suponen un bloqueo en el desarrollo y expresan falta de seguridad en uno mismo y de confianza en el otro.
La energía invertida en los celos deja de estar disponible para el desarrollo.

18.- EL JOVEN COJO DE BAGDAD Y EL BARBERO - Salvar la vida
Una personalidad dominada por el yo y por los complejos  puede llegar a perder por completo el contacto con el Si-mismo. Los complejos pueden impedir e incluso aniquilar el desarrollo, un golpe del destino nos puede abrir los ojos y llegar a salvarnos la vida.


martes, 13 de agosto de 2019

CHIKUNG Y MEDITACIÓN EN SEGOVIA: CURSO 2018 - 2019

"DESPERTANDO A LA DIOSA"

Despertar a la Diosa es despertar a la transformación, creando un espacio íntimo para la energía femenina. Es liberar a nuestro SER verdadero y permitir que se exprese, es regresar a casa.
Este trabajo meditativo nos conecta con la Naturaleza y con nuestra esencia. Las estaciones afectan a la tierra y a nuestra vida interior: Aprovecharemos esta sinergia que se produce de forma natural para retornar a nuestro SER desde lo femenino.


KER, LA MANIFESTACIÓN DE LA ABUNDANCIA

Lo que hemos puesto como semillas tiene que brotar. 
Cómo Madre Ker no juzga, no le importa lo que sus hijos hagan, nos lleva en la palma de la mano y nos mece en su misericordia. Tiene un lugar especial en nuestros corazones. Es la Madre de la Compasión, aquella con la que anhelamos fusionarnos.
La Gran Madre es la dadora de vida y la dadora de muerte, porque todo lo que existe en el mundo de la forma tiene un final. También es el Gran Vacío, dónde todo es potencia.
Como fenómeno atmosférico la Morgana Glitonea, la Gran Cierva Blanca, se manifiesta en las tormentas de verano.



LA BRILLANTE LITHA ,MADRE DE LAS AGUAS
El solsticio de Verano llega alrededor del 21 de Junio, es el tiempo en el que el día es superior a la noche. 
 La Madre del agua, es la Reina de todas las emociones y de todo el mar astral, donde la mayoría de los seres humanos viven sus vidas. Ella alimenta a los necesitados, es la gran Señora de la Compasión, que con su amor inmenso nos arropa cuando nos encontramos y comenzamos el proceso de la sanación de nuestras sombras. 
Es la que ayuda a que nuestras emociones emerjan en corrientes de lágrimas, que necesitan liberarse, haciendo que estas lágrimas sean las grandes sanadoras de nuestros sufrimientos. En Litha honramos a Domnu,como la Señora de las Fuentes sagradas y los Pozos. Señora de los Océanos, Reina de las profundidades, el útero de toda vida. Ella es el caos acuático sin forma donde toda la vida emerge, su cuerpo se mueve continuamente a través de la superficie de la Tierra. Ella toma la ruta de menor resistencia. 



BELTAINE:

Es el festival de la Diosa como Amante, Rhiannon con su yegua blanca, que simboliza nuestra naturaleza salvaje.

A primero de Mayo es el tiempo del año cuando toda la naturaleza está viva con una gran actividad sexual y sensual.  El sol comienza a brillar con fuerza en el cielo, los días se van alargando. 
Es el tiempo de despertar y celebrar la sexualidad y sensualidad y observar todas las heridas de las relaciones, heridas de abusos. 
Las heridas relacionadas con el amor pueden ser sanadas, y la sanación puede ser dulce y hacer que el corazón se expanda, o pueden ser dolorosas y difíciles. Nos encontramos con  viejos karmas conocidos y con amantes, y repetimos patrones familiares. Así como nos volvemos conscientes recordamos que nos ocurrió en nuestras tempranas relaciones con nuestros padres, hermanos y amigos, y vamos recordando experiencias de nuestras encarnaciones previas. 

El sufrimiento que nos produjo y quedó en nuestras memorias puede ser expresado con consciencia para irnos completando y sanando.


Todavía existen muchos tabús que nos cierran y no nos permiten abrirnos a recibir y dar amor. Estas son las consecuencias inconscientes del pasado y  de los abusos recibidos, las heridas de nuestros cuerpos, de nuestras emociones y de nuestros pensamientos, que solemos llevar como una losa en nuestras vidas.  Pedimos a la Diosa que nos ayude a sanar esas heridas que están profundamente escondidas, que nos dirija dulcemente por nuestras memorias, y la Diosa nos invita a que amemos nuestros cuerpos como son,  con todas nuestras imperfecciones. Ella pide que agradezcamos a nuestros cuerpos, porque es nuestra casa mientras vivimos en esta tierra.  En el camino de la sanación  comenzamos a amar nuestros cuerpos 




OSTARA es el Festival de la Madre del Fuego, celebrada en el Equinocio de Primavera, alrededor del 21 de Marzo, donde las horas de luz y oscuridad es la misma
Ostara es uno de los dos equinoccios cuando la luz y la oscuridad están en equilibrio, y observamos como se encuentra en nosotras este balance, cuan profundas son las heridas de lo femenino en este mundo y en nuestra propia psique.

Yo soy Morgana Cliton
Soy el fuego que ilumina las estrellas  y calienta el núcleo de la Tierra. 
Yo soy el  punto central del Equinocio de Primavera
Soy el Sol que emerge por el Este
Soy la creatividad, la pasión, la compasión y la clara intención
Soy el reverdecimiento de mi naturaleza y el Son que nutre mi crecimiento.
Llámame para llenarte con el ímpetu del fuego tus intenciones,
Tus sueños,  y tu destino. 
Soy la esencia del deseo y la plenitud
Soy el potencial realizado.
Conóceme
Hónrame
Recuérdame
Estoy dentro de ti
Soy el fuego del hogar que quema en vuestros corazones
Iluminando tu verdadera naturaleza. 
Soy la chispa de la creación que se recuerda a sí misma
Soy el disipador de la oscuridad de la ignorancia
Soy la iluminación
Y digo: DESPIERTA Y SE LA LUZ. 



A principios de febrero, es el festival de la Diosa doncella. Es el tiempo de aceleración: Brigit la bella, la mujer hada de Febrero, Hija de la mañana, quien guarda el amanecer en una mano y en la otra la flor roja del fuego sin la cual los hombres serían como bestias viviendo en las cavernas.
Bride es la aceleración, de la vida que está aparentemente dormida  en las semillas del frío invierno, anunciando el retorno de la primavera. Ella es la encarnación que nos llama a la vida.

Durante el mes de Enero, el brillo del sol se incrementa cada día, mientras la tierra continua con su viaje alrededor del sol. Pequeñas delicadas flores comienzan a aparecer, abriéndose contra la dureza del invierno. Las primeras campanillas de Brigit aparecen. En los campos las ovejas  dan nacimiento a los corderos y su leche comienza a fluir.
 Los pájaros comienzan a buscar la comida en las ultimas bayas del invierno y nada crece. Puede parecer muy frío todo con heladas y nieve. Así como la luz comienza a crecer nuestra atención  comienza moverse lentamente hacia fuera. Hay esperanza de nuevo, la posibilidad de regenerar la vida.


El próximo miércoles, 2 de enero, recibiremos el Año Nuevo con GOZO, CLARIDAD y CONCIENCIA: 
En la quietud del Solsticio de Invierno, sobre el 21 de Diciembre, honramos a la Madre del Aire en sus múltiples formas. 




El CHIKUNG es una terapia medicinal de origen chino basado en movimientos corporales y el control de la respiración, que ayuda a eliminar tensiones y stress, aportando SALUD y VITALIDAD.
Además de los beneficios para la SALUD, enseña a enfocar de forma POSITIVA las SITUACIONES y PENSAMIENTOS negativos.

CHIKUNG, MEDITACIÓN y TERAPIA son las tres prácticas en las que se debe basar el DESARROLLO INTEGRAL del ser humano, para CRECER en SALUD, GOZO, CLARIDAD y CONCIENCIA.






lunes, 12 de agosto de 2019

SIETE EUROS Y UN PAQUETE DE GALLETAS: Epilogo - Compañeros de camino ALGO ACERCA DE SHALOM


Epílogo: Compañeros de camino

El martes vuelvo a ver a Mónyca por video conferencia,  exclama nada más verme ¡Yei, rejuveneciste diez años! ¿Qué has hecho? Me río, diciendo “Ya conoces el tratamiento de belleza” Miro mi imagen en la pantalla del móvil y me doy cuenta de lo cambiada que estoy, y no es porque en la lámpara del techo solo lucen dos bombillas, es que algo muy profundo ha cambiado en mí. Me anima a publicar la experiencia en las redes sociales. Me muero miedo y vergüenza porque nunca pensé hacerlo, supone exponerme a compartir mi intimidad, mis sentimientos más profundos,  arriesgándome a la crítica, el rechazo y la incomprensión, pero confío en Mónyca que opina que puede ayudar a muchas personas.
La experiencia se ha desarrollado a lo largo de tres días: el primer día salimos solo una hora, iba vestida con una camiseta del primer maratón que corrí en 2001, una camiseta morada, vieja y llena de pelotillas cargada de significado, aquella carrera de 42 km después de un divorcio sangriento marcó un punto de inflexión en mi vida, como ha sucedido ahora. El segundo día estuvimos en la calle algo más de seis horas, lo mismo que tardé en completar esa primera maratón de 2001. 

A lo largo de la primera semana, tras publicar el primer capítulo,  recibo mensajes muy cariñosos, algunos conmovedores, una persona me pregunta si lo hago por necesidad. Muchos están impactados y tardan en reaccionar. También hay críticas que me hacen entender que tengo que ser más precisa y explicar mejor la experiencia para que sea entendida por aquellos que no me conocen.
  
Una conocida asegura que soy otra persona: Claro, es que me he quitado ese cartel intangible de mendiga emocional, de perro sin dueño, que decía: “SOY PERFECTA, NECESITO CARIÑO, POR FAVOR, QUIÉREME” que me hacía invisible o provocaba  indiferencia y  rechazo. 

La experiencia ha cambiado mi vida y mis ideas sobre la mendicidad, me ha hecho mejor persona, más agradecida, firme, serena y compasiva, una persona que se arriesga a no ser aceptada, que comparte sus sentimientos y sus vivencias más íntimas asumiendo las críticas como parte del proceso,  pero sobre todo una mujer que desea SER y mostrarse tal cual es. 
Toda mi gratitud a los tres ángeles mundanos que han sentido compasión por nosotras y nos han dado los siete euros y el paquete de galletas, a los cuatro ángeles/mendigos que me han hecho más compasiva y  han recibido lo que les he dado con agradecimiento. A todos los que me han ignorado, rechazado y criticado. A todos los que me han animado y se han conmovido con la experiencia. A todos los que la han entendido y a los que no la han entendido. A Mónyca por guiar la experiencia. A Jorge por su comprensión y apoyo formando parte de la misma y de mi vida. A mi querida Shalom por acompañarme, protegerme y amarme de forma incondicional, como el ángel de cuatro patas que es en realidad. Todos formáis parte de mi camino.



ALGO ACERCA DE SHALOM

     Shalom, cuyo nombre significa paz en el sentido más espiritual y profundo,  es uno de mis ángeles de cuatro patas: una perra de terapia llena de alegría, energía y ganas de vivir que forma su particular manada con tres gatas y una yegua, todas rescatadas. 

     Está mucho más preparada que yo para lo que hemos vivido: Nació y vivió en la calle donde enseguida aprendió lo que es el maltrato, el miedo, la soledad, el frío y el hambre. Luego fue a parar a una perrera municipal, dónde se convirtió en una perra invisible, grande y negra, con problemas de conducta: hiperactividad, ansiedad y miedo a las personas, de difícil adopción. Como resultado de esta vida tan traumática ha necesitado terapia. Tuvo suerte de ir a una perrera dónde no se eutanasia a los perros que no son adoptados.  
                                   
                             10 Julio 2018 - CPA Fuenlabrada - Nos vamos a casa

Nuestros caminos se cruzaron hace algo más de un año. Buscaba una perra pequeña de terapia que me pudiera acompañar en los entrenamientos de ultra fondo y recorrí varias perreras municipales. La encontré en la última que visité, en el último chenil junto a los gatos, cuando la perrera estaba a punto de cerrar. No tuve ninguna duda al verla con sus patas largas, su aspecto desgarbado, su pelo alborotado y su comportamiento tímido y silencioso, no mantenía contacto visual y era la única que no ladraba de toda la nave. La veterinaria de la perrera me advirtió divertida y cariñosa que Shalom necesitaría mucha terapia psicológica para superar sus miedos y la falta de socialización y sobre todo mucho ejercicio para poder ser adiestrada como perra de terapia. Le pareció ideal mi plan de entrenamiento para carreras de más de 100 km para calmar su hiperactividad y aliviar su ansiedad. Todos los trabajadores de la perrera, muy implicados en el proceso de adopción,  estaban encantados de que por fin encontrara un hogar, pero no estaban muy seguros de que consiguiera mi propósito de convertirla en perra de terapia debido a sus problemas de conducta. 
                                 

               
Shalom es una verdadera atleta, con un alto nivel de energía que lleva una vida de deportista, con alimentación  apropiada y  largas salidas al campo en libertad donde expresa su alma libre y vagabunda.   



                  
      Se muestra muy feliz y relajada en su trabajo como perra de terapia y me acompaña a todas partes, medita conmigo,  viene a los cursos que imparto y a los que asisto como alumna. Nos queremos y disfrutamos juntas, trabajo cada día para que nuestra conexión sea mayor y nuestra comunicación más sutil. Su amor es incondicional y ella es, por encima de todo, mi “Hermana perra”.
                    
     


Segovia, 31 de Julio de 2019
María Luisa Villanueva Cristóbal

lunes, 5 de agosto de 2019

SIETE EUROS Y UN PAQUETE DE GALLETAS - Capítulo III: Con dinero y sin dinero

Capítulo III: Con dinero y sin dinero

Llegamos a casa flotando, envueltas en gratitud y cansancio. Hemos caminado unos 12 Km, que no es una gran distancia para lo que estamos acostumbradas a entrenar a diario. Pero es muy diferente correr por el campo, aunque haga mucho calor, por puro placer, que  caminar y sentir el rechazo y la soledad de la calle. Para eso no hay entrenamiento posible, es agotador.

      Me ducho con agua fría, lo que me proporciona un placer increíble y alivio para mis picores. Lo que he vivido ya lo conocía, me doy cuenta de que lo he soñado antes. Apenas puedo comer, tengo mucha sed y me siento viva, feliz y agradecida por lo que tengo: Un techo, una cama limpia, agua, comida...y a mí querida Shalom que descansa sobre el fresco suelo de mármol después de haber cenado.

A la mañana siguiente me despierto muy temprano y veo con otros ojos lo que me rodea: Siento el deleite de estar en la cama sin hacer nada, de poder ir al cuarto de baño, de tomar un buen café, de saborear el pan recién tostado despacito, para que dure el placer…

He quedado con mi hijo Jorge, le invito a comer en un buen restaurante. Me ducho sin prisa y me pongo mi mejor vestido. Cuando nos encontramos me mira asombrado, creo que nota que algo ha cambiado en mí. Estamos en la Calle Orense, en la acera de enfrente a la que ocupé ayer. Me siento emocionada y nerviosa ¿Y si me reconocieran los que ayer tuvieron compasión y nos dieron limosna? Tendría que explicarles mi trabajo… y sobre todo agradecerles lo que he aprendido a través de su generosidad y bondad.

     En el restaurante me aturde la carta con tantas exquisiteces para escoge, apenas puedo leerla y elijo algo que me llama la atención. Jorge y yo brindamos por nosotros, por Mónyca y por la experiencia que le estoy relatando y de la ahora forma parte.  El tiempo pasa sin sentirlo, saboreo cada bocado aunque me cuesta comer, me  siento viva y feliz, disfruto como nunca la comida, la buena compañía y la conversación. Sigo siendo la misma de ayer, pero algo muy profundo ha cambiado: Con dinero y sin dinero sigo siendo la misma.
                                                       




      Llevo a Jorge a La Casa del Libro para saldar una vieja deuda: Reparar algo que sucedió cuando él tenía 10 o 12 años. En un enfado desproporcionado, en un arrebato de rabia,  le rompí un cómic de Mortadelo que el autor le había dedicado en la Feria del Libro. Un verdadero tesoro para él. Fui a dar donde más le podía doler. A pesar de que lo hemos hablado y me he disculpado en varias ocasiones todavía faltaba una pieza, la reparación.

Jorge sonríe divertido cuando bajamos a la sección infantil, me pregunta si le voy a regalar un libro de 4 a 6 o de 10 a 12 años. Le llevo de la mano hasta el estante de los Mortadelos y le pido que escoja el que prefiera. Le explico que miré si el autor firmaba este año en la Feria del Libro, pero no ha ido. Me mira alucinado, le juro que es verdad, que me duele en el alma el daño que le hice y quiero repararlo. Tiemblo emocionada y le dedico el libro, estoy muy nerviosa e intento contenerme. Se me saltan las lágrimas cuando nos abrazamos, en un abrazo en el que cabe todo el Cosmos. Contengo la emoción para no derrumbarme en plena calle Orense, mientras un lazo invisible nos une más aún. Me despido con los ojos brillantes y el corazón latiendo como el batir de cascos de un caballo desbocado. Veinticuatro años después la antigua deuda se ha saldado.

Por la tarde, después de una siesta deliciosa, Shalom y yo salimos a la calle. Llevo casi la misma ropa de ayer, sólo he cambiado la camisa granate, sudada y deshilachada por una blusa azul de segunda mano. Sin cartel, sin mendigar, somos dos transeúntes más en la vorágine de la calle Bravo Murillo. Me siento otra, muy diferente a la pordiosera invisible de ayer. Volvemos a la heladería, a revivir la experiencia del helado, que a pesar del calor y  de ser riquísimo no sabe igual después de haber comido, bebido y descansado. Vuelvo a ver al vagabundo sucio, de piel renegrida y ropa mugrienta, que busca en las papeleras sin pedir.

Cogemos el metro para recoger un libro en el Barrio de Salamanca. Ya en el vagón una pareja de vigilantes se acerca a decirnos que tenemos que ir en el último vagón y que Shalom tiene que llevar bozal. Shalom ladra brevemente, no le gusta la agresividad de estos hombres, con sus porras, sus esposas y sus chalecos fosforitos. La tranquilizo y hablo con ellos, les digo que es la primera vez que vamos juntas en metro y no conozca bien las normas. Me siento firme y segura, nada que ver con la debilidad que sentía ayer con los vigilantes del intercambiador. Se despiden de nosotras con amabilidad al bajar del vagón. A la salida del metro se repite la conversación con otro vigilante, sonrío.

Volvemos a casa paseando por la calle Velázquez. Una mujer de mi edad, delgada, vestida con sencillez, con pendientes de perlas pide frente a un portal muy elegante. Me rompe el corazón, podría ser yo misma. Le doy dinero, diciendo “Gracias. Que Dios te bendiga”. Ella me da las gracias asombrada por mis palabras. Mi gratitud es enorme y casi no puedo hablar: A través de esta mujer siento compasión desde la dignidad, y es lo que le quiero agradecer. No es que yo sea muy guay por darle algo, es que ella me abre a la verdadera compasión. Le doy sin pena ni culpa, porque de alguna forma, esa mujer soy yo. Shalom se acerca moviendo la cola con suavidad y mirándome a los ojos toca con delicadeza la mano de la mujer con el hocico. Sus almas viejas se reconocen.

Un matrimonio de la zona pasea con su sofisticado shiba inu, los perros se saludan y los humanos intercambiamos palabras corteses. Aparentemente sigo siendo la misma persona de ayer, solo he cambiado la camisa churripitosa  por una blusa usada y ya no llevo colgado un cartel. En realidad la diferencia es abismal.

Pienso en el dinero que he gastado hoy en la comida y en los libros, y en el dinero que estoy dando. Veo la desproporción entre lo que gasto y lo que comparto y la diferencia me duele, como me ha dolido mendigar en la calle. Me siento tacaña.

Seguimos hasta La Castellana, con la esperanza de encontrar al hombre del perro y la maleta de ayer. Frente a la puerta del Corte Inglés, junto a la maleta, un saquito de pienso y el platillo de las monedas vigila el perro. El hombre no está y dejo dinero en el plato, el perro gruñe y enseña los dientes a Shalom. Nos vamos y el hombre se acerca corriendo a darnos las gracias y a reprender al perro con indulgencia. Le pregunto si lleva mucho tiempo en la calle e iniciamos una conversación. Un joven se acerca y le abraza con cariño para irse enseguida, se conocen. Mientras  conversamos otro hombre desconocido le da dinero.

Me dice que el lleva 6 años en la calle y su perra 10, que se ha roto dos costillas y vive en un túnel porque no está su trabajadora social para darle una ayuda que le permite dormir en una pensión. El médico le ha dicho que descanse. Cuando tiene dinero va a dormir a una pensión que le cuesta 24 €. Me dice animado que ahora se lo está currando mucho para sacar esos 24 € que les permiten tener una cama y un techo cada noche. Pienso con tristeza que tendrá que estar muchas horas pidiendo para reunir esa cantidad desorbitada. Deseo que tenga más éxito que yo, que solo conseguí siete euros y un paquete de galletas pidiendo más de seis horas. Le digo que se cuide y acaricia con delicadeza  a Shalom, diciendo que se parece a su perra, que es oscura, más pequeña, más gordita y barbuda. Le cuento que Shalom era de la calle y ha sido rescatada de la perrera, sonríe complacido diciendo “Igual que Chula”, refiriéndose a su compañera. En este momento, siendo tan diferentes, nos sentimos muy cercanos. Me despido de el con un “Gracias. Que Dios te bendiga”. Se empeña en agradecerme lo que él llama “mi bondad”, y le digo que soy yo quien más tiene que agradecer. Me siento mareada, me gustaría decirle mil cosas, seguir con la conversación que tanto agradece, transmitirle que me veo reflejada en su historia, que somos dos gotas en el mismo mar de la existencia. No se cómo expresarlo y una vez más Shalom lo hace mejor que yo, le mira con sus ojos brillantes, oscuros y profundos, que conocen tan bien la vida y las miserias de la calle y le dice “Hermano, ya nos conocemos”.

miércoles, 31 de julio de 2019

SIETE EUROS Y UN PAQUETE DE GALLETAS - Capítulo II: Gracias. Que Dios te bendiga

SIETE EUROS Y UN PAQUETE DE GALLETAS
Capítulo II – Gracias. Que Dios te bendiga

     Le decisión del trabajo a realizar y su desarrollo es exclusivamente mía, podía haber escogido cualquier otra cosa que jamás haría en mi vida, como vender  pañuelos en un semáforo, vestirme con ropa lujosa para ir a un sitio exclusivo y carísimo, raparme la cabeza y las cejas…He decidido coger el toro por los cuernos y enfrentarme a lo que más temo.

      Por la tarde hablo con Mónyca, le cuento la experiencia, el miedo y la vergüenza que me da ser reconocida o que alguien me pregunte. Me horroriza la idea de tener que mentir. Solo he estado una hora y me parece poco.

     Mónyca sabe bien de lo que hablamos, durante un año trabajó como voluntaria con los niños de la calle de México  junto al Padre Chinchachoma  (Alejandro García Durán).

     Las dos estamos de acuerdo en que la experiencia dará más fruto si empujo aún más mis límites y empleo dos días: El primero estaré todo el día en la calle, pasando sed, hambre y calor, vistiendo peor, oliendo mal…

     El segundo me iré al otro extremo permitiéndome los caprichos que se me ocurran, vistiendo bien, invitando a Jorge a comer en un buen restaurante…

     Durante la semana me preparo: El miércoles me despierto feliz y llena de energía, encantada con el reto. Pienso en lo que voy a hacer como una ordalía de Guevurá y eso me das fuerzas. Los días siguientes el entusiasmo alterna con el miedo. Tengo mucho miedo y me dan ganas de salir corriendo y abandonar, me pregunto qué disparate estoy a punto de hacer. Prefiero no pensarlo mucho y sigo confiando en Mónyca. 

     Shalom es una perra de terapia llena de energía y ganas de vivir. Está mucho más preparada que yo para lo que vamos a vivir: Nació y vivió en la calle donde aprendió pronto lo que es el maltrato, el miedo, la soledad, el frío y el hambre. Luego fue a parar a una perrera municipal, dónde se convirtió en una perra invisible, grande y negra, con hiperactividad, ansiedad y miedo a las personas, de difícil adopción. Como resultado de esta vida tan traumática también  necesita terapia.  Tuvo suerte de ir a una perrera dónde no se eutanasia a los perros que no son adoptados.  

      Salgo todos los días a montar acompañada por Shalom,  visto la misma camisa granate zarrapastrosa de cuello rozado  con más de 20 años que me pondré para pedir. Cinco días después, el domingo 21 de julio salgo a montar y no me ducho, voy despeinada y sudorosa,  la camisa granate, con el cuello y los puños deshilachados se tiene de pie sola. 

     Cojo mi documentación y la de Shalom, un poco de dinero y una botella de agua. Son casi las tres de la tarde, hace un calor abrasador y no he comido, tengo la tensión por los suelos y estoy  mareada. Shalom si que ha comido y manifiesta su alegría y su energía, le encanta la idea de acompañarme a la calle, de estar conmigo todo el tiempo. Todavía tiene algo de ansiedad por separación y no le gusta quedarse sola en casa.                                     
 


     Siento que estoy flotando y no me importa nada,  el estado ideal para salir a mendigar. Vuelvo a la calle Orense hay gente en las tiendas y en las terrazas que mira a través de mí como si fuera transparente. La soledad ya no duele tanto y ser invisible no me abruma. El cartel colgado del cuello me hace sentir miserable. Shalom está feliz y orgullosa en su papel de ángel guardián. Me mira con cariño y me animo.

     Vamos caminando hacia el intercambiador de Plaza de Castilla, veo  un termómetro que marca 43ºC, caminamos con lentitud por la sombra, Shalom da un gritito cuando  cruzamos la calle por un  asfalto abrasador expuesto al sol que no podemos evitar. Nos sentamos en un banco frente a una parada de taxis. Una niña quiere fastidiar a Shalom y le lanzo una mirada asesina que la traspasa, desiste. Descansamos un poco y llegamos al intercambiador. Allí hay bancos antimendigos,  incomodísimos, de una rejilla metálica que se clava en el culo y en la espalda, bancos de faquir. Llevamos casi 3 horas en la calle y no me importa nada, salvo los vigilantes, cada vez que se acercan escondo el cartel que he puesto en el banco, cartel que me hace  sentir insignificante. 
                       


     Al cabo de un rato se acerca un grupito de mujeres encabezado por un hombre que se dirige a Shalom, y le pregunta con voz infantil si está pasando mucho calor, una de las señoras se anima y le dice algo cariñoso a la perra. Sonrío al grupo agradecida e intento hablar con ellos, me ignoran.

     Después viene una señora vestida de blanco que podría ser mi madre, mira y remira ese cartel que me hace sentir tal vulnerable, lo lee desde una distancia prudencial y se sienta en  otro banco. Me pregunta desde lejos si tengo agua para la perra y me ofrece de la suya si no tengo, porque hace mucho calor (para la perra). Señalo la botella de plástico recalentada con la que sujeto el cartel y sonrío con gratitud.  Me conmueve profundamente que alguien se interese por Shalom y me hable, se me saltan las lágrimas. Fin de la conversación. Vierto agua en una bolsita de plástico para que Shalom pueda beber y le mojo la cabeza y el lomo. Yo sigo sin beber, el agua es para ella.

     Hasta ese momento los 3 vigilantes varones nos han declarado invisibles, pero la mujer es diferente, da vueltas alrededor de nuestro estrechando el círculo como si fuera un escualo, con su chaleco naranja, su porra y sus esposas. Me siento presionada como un perro callejero al que echan de todas partes, no puedo más y me levanto mirándola de reojo. La mendicidad con un animal está prohibida en Madrid. No se me ocurre que puedo identificarme y terminar esa pesadilla cuando quiera. Nos vamos.
       


     Bajamos por Bravo Murillo entre una multitud ociosa que sale de compras en domingo. Son más de las 6 y no he comido ni bebido nada, ando  en una nube, pienso en comerme un helado y me parece un placer celestial. Me quito el cartel para dejar de sentirme una apestada y recuperar la dignidad, sigo siendo la misma, sucia, sudorosa y desaliñada, pero ahora no mendigo. Entramos en la heladería. Me atienden con amabilidad, me siento en la terraza, en una silla cómoda y la camarera me acerca unas servilletas. El helado es un manjar que saboreo con lentitud, todo lo despacio que puedo para prolongar el placer y que no se deshaga con el calor. Me gustaría que durase mucho, mucho… Está riquísimo, tan frío, con ese barquillo crujiente que comparto con Shalom. Me chupo los dedos y lamería el papel que envuelve el cucurucho, pero solo tiene pegamento, no dejamos nada…

     Se ha terminado el agua y tengo que buscar una fuente donde rellenar la botella, hay una en la calle Artistas y allí encontramos a una mujer desdentada y pobre llenando unas botellas enormes que saca de una bolsa de plástico arrugada. Mientras lo hace nos habla de su marido enfermo, de lo que le gustan los perros, del perro que tenía y que ahora no puede tener… Bebemos y nos refrescamos, el agua fría de la fuente es un lujo en esta tarde abrasadora, tanto como la conversación con la mujer sin dientes. 

     Paso frente a mi casa y evito mirar, me gustaría  terminar con todo, entrar a descansar y poder ir al baño. 

     Seguimos hacia el Corte Inglés de Castellana y me siento en un banco de la calle Orense. Son las 7 y cada vez hay más gente, estamos frente a una tienda, cada vez que alguien entra y se abre la puerta sale una bocanada de aire frio delicioso. El vigilante de la tienda es un joven alto y musculoso que no deja de mirarnos, se ve que le encantaría salir con su porra y sus esposas a amedrentarnos  y decirnos que no quiere mendigos a su puerta, que es de mal gusto, indecoroso, que le espanta a la clientela de su tienda tan fina y exclusiva. Nos mira amenazante y le ignoro, sé que no puede hacer nada fuera de la tienda ¡Que se joda!

     Llevamos más de 4 horas, los paseantes con perros evitan acercarse como si estuviésemos tiñosas, los padres impiden que los niños que quieren acariciarla se acerquen,  como si Shalom pudiese transmitir algo terrible a sus perros elegantes o a sus niños, como si la pobreza y la mendicidad fuesen algo contagioso y mortal como el Ébola. Sigo en la nube y no me importa nada. Shalom me mira con ojos brillantes, suspira y apoya la cabeza en mis pies. Ella conoce bien lo que estamos viviendo, la indiferencia y el rechazo  que provoca un vagabundo. Para ella es un juego, sabe muy bien lo que es hurgar en la basura para tener algo que comer cada día, beber agua sucia de los charcos y ser echada a pedradas de todas partes. Ahora se siente segura y querida, acompañarme y protegerme le hace sentir importante.

     En este estado alucinado tengo urticaria, un sarpullido ocasionado por el calor y el sudor. Me contengo para no rascarme como un perro sarnoso, me sacaría la piel a tiras y no se acercaría nadie, no sea que tengamos piojos o algo peor…miro al vacío. Me acercaría un poco a la tienda, para sentir la caricia del aire frio escapándose por la puerta, que aliviaría mis picores. Seguimos pasando calor en un banco a la sombra, mojo a Shalom y le doy agua que bebe con avidez de un vaso de plástico que he encontrado tirado en el suelo.

     De pronto se acerca una pareja joven de rasgos orientales, la chica se queda apartada junto a un árbol, el avanza,  me pone dos euros en la mano y me pregunta tímidamente si quiero un paquete de galletas de chocolate. No me lo puedo creer, con lágrimas de gratitud cojo las galletas y les doy las gracias varias veces. Se van y  me quedo flotando en una nube de agradecimiento.

     Enseguida se acerca una chica joven, delgada, con un vestido estampado amarillo. Con tono avergonzado murmura algo y me da un billete doblado de cinco euros. Abro unos ojos como platos ante ese ángel flaco que me da una fortuna y se lo agradezco repetidamente juntando las manos. Estoy tan asombrada  que no puedo hablar, aunque me gustaría decirle “Gracias. Que Dios te bendiga”, solamente un “gracias” ahogado sale de mis labios. 
Estoy noqueada, por primera vez en la vida experimento la verdadera compasión, que me deja sin palabras, que todavía no soy capaz de explicar. 

     Sé que el dinero y las galletas no son para mí, me acuerdo de la gitana rumana del martes, tendré que buscarla mañana ¿Dónde estará hoy esta mujer?…Vuelvo la cabeza, y sentada frente a mí sobre su enorme hatillo de colores, a unos cincuenta metros, extendiendo la mano con un vasito de cartón, está la gitana. Pienso si ella me verá como la competencia en la mendicidad de ese tramo de la calle Orense y sonrío para mis adentros. La gente pasa frente a ella como si no existiera y eso me rompe el corazón. Necesito darle ese tesoro que no me pertenece: Siete euros y un paquete de galletas.

     Me cuesta seguir en el banco, pero permanecemos allí un poco más, extiendo un trapito azul (en realidad una bayeta que he cogido del fregadero al salir de casa) sobre el que coloco toda mi fortuna: los siete euros y las galletas, con la vana esperanza de que alguien se anime a darnos algo más. La gente gasta en las tiendas, casi todos salen con bolsas, pero no dan nada. Pasa el tiempo y crece nuestra invisibilidad: Cuanto más gente pasa menos caso nos hacen, veo a un vagabundo muy sucio que busca en las papeleras sin pedir.

         No puedo más y me acerco a la gitana: es una anciana desdentada, descalza, con una enfermedad cutánea en los pies amoratados y escamosos que les da un aspecto horrible. Con una mano mugrienta de uñas renegridas extiende el vasito de cartón vacío que todo el mundo ignora. Cuando le doy el dinero me mira alucinada y esconde con avidez el billete entre los pliegues de la ropa, los dos euros van al vaso. Cuando le doy las galletas y las mete en una sandalia,  le brillan los ojos verdosos, es una niña golosa que sonríe con picardía. Me da las gracias sonriendo de oreja a oreja, mostrando unas encías muy rojas con unos pocos dientes negruzcos. Le digo “Gracias. Que Dios te bendiga” y el brillo de sus ojos verdosos se intensifica, mezclado con el asombro. Shalom la mira con simpatía, moviendo el rabo y olisqueando el hatillo multicolor que le sirve de asiento. Sus almas vagabundas se reconocen. 




                                      
      Sigo flotando en mi nube de compasión y agradecimiento, no siento el calor, ni los picores, ni la sed… seguimos andando por los jardines de Azca, llegamos a una zona con una gran fuente cuadrada con un surtidor central. En una esquina un indigente al que horas antes he visto recoger chatarra en un carrito de supermercado está a la sombra, durmiendo sobre la hierba junto a su botín. En otra esquina la gente de la zona juega con sus perros. Me quito el cartel y me acerco para que Shalom pueda estar con ellos sin que la traten como a un paria. La gente nos sonríe. La perra se baña en la fuente, el calor es abrumador, el cielo esta plomizo, me gustaría entrar en la fuente y bañarme con ella, que el agua helada me refrescara y aliviara los picores. ¡Debe ser horrible ser un perro callejero sarnoso!

      Llegamos a la puerta principal de El Corte Ingles, me siento en un banco con el cartel y recupero la invisibilidad. Al rato caen unas gotas gordas y se desencadena una gran tormenta, nos refugiamos bajo un alero delante de un escaparate. La gente que se refugia junto a nosotras mira los escaparates como si no existiéramos, no me importa nada. El niño de una familia musulmana quiere molestar a Shalom, le traspaso con la mirada y no le dejo acercarse, solo me falta gruñir.

     A las nueve deja de llover y cierran el Corte Inglés, los clientes salen a la calle y nosotras nos vamos. De pronto, surgido de la nada, veo a un hombre con gafas sentado en el suelo junto a una maleta y un perro. Hay unos cuencos con restos de una  paella naranja,  pienso y agua, unos juguetes sucios de perro y un platillo con algunas monedas. ¡Qué pena no haber guardado los siete euros y  las galletas para ellos! ¡Quizá me precipité dándoselo a la gitana! Al llegar a la esquina me doy cuenta de que tengo que dar de mi propio dinero, rebusco cinco euros, que es una cantidad que me ha impresionado al recibirla. Como ya no llevo ese cartel que me da una invisibilidad que no deseo, una pareja joven habla con nosotras y nos sonríe mientras hurgo en el monedero.

     Me acerco al hombre y al perro con el corazón en un puño, dejo las monedas en el platillo y el perro gruñe a Shalom por acercarse demasiado a sus pertenencias. El hombre regaña al perro con indulgencia. Siento el impulso de darle el cartel que he llevado todo el día, ese cartel que ha sido un resumen de mi vida de mendiga emocional:

“NUNCA PENSÉ VERME ASÍ. SI TU CORAZÓN TE DICE QUE NOS AYUDES, GRACIAS. DE TODOS MODOS, QUE DIOS TE BENDIGA”, con un corazón rojo.

Le digo: “Esto es para ti, gracias,  que Dios te bendiga”. Siento un enorme respeto y agradecimiento. El hombre me mira con incredulidad y me da las gracias varias veces, guardando el cartel en la maleta con cuidado después de haberlo leído.

     Ellos son la versión pro, nosotras la amateur de la mendicidad: Van un poco más sucios y desaliñados que nosotras, que en cambio estamos bastante más flacas que ellos. Ellos se quedan en la calle, nosotras volvemos a casa.  Los cuatro estamos llenos de dignidad, esa dignidad del Ser que solo se entiende desde el corazón. 

     Nos vamos a casa, corre el aire fresco y limpio de después de una tormenta. Nos sentimos agotadas y felices, Shalom sonríe pícara moviendo la cola, le brillan los ojos,  juega con mi mano y salta alrededor de mí diciéndome con su sabiduría  de alma vieja, de perra callejera: “Todo está bien. No importa nada”.