lunes, 12 de agosto de 2019

SIETE EUROS Y UN PAQUETE DE GALLETAS: Epilogo - Compañeros de camino ALGO ACERCA DE SHALOM


Epílogo: Compañeros de camino

El martes vuelvo a ver a Mónyca por video conferencia,  exclama nada más verme ¡Yei, rejuveneciste diez años! ¿Qué has hecho? Me río, diciendo “Ya conoces el tratamiento de belleza” Miro mi imagen en la pantalla del móvil y me doy cuenta de lo cambiada que estoy, y no es porque en la lámpara del techo solo lucen dos bombillas, es que algo muy profundo ha cambiado en mí. Me anima a publicar la experiencia en las redes sociales. Me muero miedo y vergüenza porque nunca pensé hacerlo, supone exponerme a compartir mi intimidad, mis sentimientos más profundos,  arriesgándome a la crítica, el rechazo y la incomprensión, pero confío en Mónyca que opina que puede ayudar a muchas personas.
La experiencia se ha desarrollado a lo largo de tres días: el primer día salimos solo una hora, iba vestida con una camiseta del primer maratón que corrí en 2001, una camiseta morada, vieja y llena de pelotillas cargada de significado, aquella carrera de 42 km después de un divorcio sangriento marcó un punto de inflexión en mi vida, como ha sucedido ahora. El segundo día estuvimos en la calle algo más de seis horas, lo mismo que tardé en completar esa primera maratón de 2001. 

A lo largo de la primera semana, tras publicar el primer capítulo,  recibo mensajes muy cariñosos, algunos conmovedores, una persona me pregunta si lo hago por necesidad. Muchos están impactados y tardan en reaccionar. También hay críticas que me hacen entender que tengo que ser más precisa y explicar mejor la experiencia para que sea entendida por aquellos que no me conocen.
  
Una conocida asegura que soy otra persona: Claro, es que me he quitado ese cartel intangible de mendiga emocional, de perro sin dueño, que decía: “SOY PERFECTA, NECESITO CARIÑO, POR FAVOR, QUIÉREME” que me hacía invisible o provocaba  indiferencia y  rechazo. 

La experiencia ha cambiado mi vida y mis ideas sobre la mendicidad, me ha hecho mejor persona, más agradecida, firme, serena y compasiva, una persona que se arriesga a no ser aceptada, que comparte sus sentimientos y sus vivencias más íntimas asumiendo las críticas como parte del proceso,  pero sobre todo una mujer que desea SER y mostrarse tal cual es. 
Toda mi gratitud a los tres ángeles mundanos que han sentido compasión por nosotras y nos han dado los siete euros y el paquete de galletas, a los cuatro ángeles/mendigos que me han hecho más compasiva y  han recibido lo que les he dado con agradecimiento. A todos los que me han ignorado, rechazado y criticado. A todos los que me han animado y se han conmovido con la experiencia. A todos los que la han entendido y a los que no la han entendido. A Mónyca por guiar la experiencia. A Jorge por su comprensión y apoyo formando parte de la misma y de mi vida. A mi querida Shalom por acompañarme, protegerme y amarme de forma incondicional, como el ángel de cuatro patas que es en realidad. Todos formáis parte de mi camino.



ALGO ACERCA DE SHALOM

     Shalom, cuyo nombre significa paz en el sentido más espiritual y profundo,  es uno de mis ángeles de cuatro patas: una perra de terapia llena de alegría, energía y ganas de vivir que forma su particular manada con tres gatas y una yegua, todas rescatadas. 

     Está mucho más preparada que yo para lo que hemos vivido: Nació y vivió en la calle donde enseguida aprendió lo que es el maltrato, el miedo, la soledad, el frío y el hambre. Luego fue a parar a una perrera municipal, dónde se convirtió en una perra invisible, grande y negra, con problemas de conducta: hiperactividad, ansiedad y miedo a las personas, de difícil adopción. Como resultado de esta vida tan traumática ha necesitado terapia. Tuvo suerte de ir a una perrera dónde no se eutanasia a los perros que no son adoptados.  
                                   
                             10 Julio 2018 - CPA Fuenlabrada - Nos vamos a casa

Nuestros caminos se cruzaron hace algo más de un año. Buscaba una perra pequeña de terapia que me pudiera acompañar en los entrenamientos de ultra fondo y recorrí varias perreras municipales. La encontré en la última que visité, en el último chenil junto a los gatos, cuando la perrera estaba a punto de cerrar. No tuve ninguna duda al verla con sus patas largas, su aspecto desgarbado, su pelo alborotado y su comportamiento tímido y silencioso, no mantenía contacto visual y era la única que no ladraba de toda la nave. La veterinaria de la perrera me advirtió divertida y cariñosa que Shalom necesitaría mucha terapia psicológica para superar sus miedos y la falta de socialización y sobre todo mucho ejercicio para poder ser adiestrada como perra de terapia. Le pareció ideal mi plan de entrenamiento para carreras de más de 100 km para calmar su hiperactividad y aliviar su ansiedad. Todos los trabajadores de la perrera, muy implicados en el proceso de adopción,  estaban encantados de que por fin encontrara un hogar, pero no estaban muy seguros de que consiguiera mi propósito de convertirla en perra de terapia debido a sus problemas de conducta. 
                                 

               
Shalom es una verdadera atleta, con un alto nivel de energía que lleva una vida de deportista, con alimentación  apropiada y  largas salidas al campo en libertad donde expresa su alma libre y vagabunda.   



                  
      Se muestra muy feliz y relajada en su trabajo como perra de terapia y me acompaña a todas partes, medita conmigo,  viene a los cursos que imparto y a los que asisto como alumna. Nos queremos y disfrutamos juntas, trabajo cada día para que nuestra conexión sea mayor y nuestra comunicación más sutil. Su amor es incondicional y ella es, por encima de todo, mi “Hermana perra”.
                    
     


Segovia, 31 de Julio de 2019
María Luisa Villanueva Cristóbal

2 comentarios:

  1. Hace poco, la profesora de yoga, coreana, de 60 años de edad física y juvenil de espíritu, comentó hablando del cuerpo físico, que los pulmones, extendidos tienen un volumen en el que cabe la persona entera. Yo, que soy muy visual, cruzo esta imagen con la e experiencia que habéis vivido y me pregunto, cuanto se puede se expandir el Alma de una persona?, cuán grande puede hacer su vasija? Cuanto amor puede desbordar?...imposible de saber,mucho, mucho, sin medida quizás...y sin incorporar nada nuevo de fuera, es decir, removiendo lo suyo propio...Ayer era así, hoy es alguien nuevo..que ha pasado? Moisés (siempre con la biblia a vueltas..) pedía a Faraón, tres días para salir a ofrendar a su Dios. El ego, no nos permite esos tres tiempos normalmente a nadie. Hay que luchar y mucho para forzar su permiso. Un tiempo es reconocer una carencia, otro tiempo es localizar el remedio, y el tercero, ejecutar la voluntad de llevarlo a cabo. El ego es fulminado si alguien da estos pasos. No quiere.
    Dios también habita esa zona imposible para nosotros, el Ain Sof, la Nada infinita.
    Cuando alguien expande su Alma de esta manera que nos habeis narrado María Luisa y Shalom, uno piensa que efectivamente no hay límites cuando el ser humano decide superar los suyos propios. Y sale el Amor a raudales de ese sitio donde siempre ha estado, desparramándose a todas las direcciones del universo..pasado incluido.. que existe verdaderamente esa Nada plena de potencialidad, donde tan sólo se puede expresar como Luz de dar, al contrario de las dinámicas pobres que solemos vivir a diario.
    Y se ve su efecto que trasciende tiempo y espacio, sin límites también, y todo el conjunto, en lo limitado e ilimitado forman un Todo, donde el sufrimiento y el gozo indican el estado en el que nos encontramos cada uno en nuestra vida. "El que tiene mucho, mucho recibirá y el que tiene poco, lo poco que tiene lo perderá"...hasta que se dé cuenta de su verdadera pobreza, no reconocerse un hij@ de la Divinidad...
    Enhorabiena por tanto Amor compartido !! Maria Luisa&Shalom. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Emilio, por tu comprensión y sensibilidad. Un abrazo desde el corazón, de Shalom y mío

    ResponderEliminar